"La educación de los niños debe ser siempre adecuada a su edad, inclinaciones, genio y temperamento" (Simón Bolívar)

lunes, 15 de febrero de 2016

Semana Bolivariana


Semana Bolivariana


La semana que comprenda el 15 de febrero es llamada Semana Bolivariana. Se escogió esa fecha porque en tal día pronunció Simón Bolívar su célebre Discurso ante el Congreso de Angostura.  Esta semana tiene por finalidad engrandecer la figura del Libertador, estudiar su actuación como patriota, como guerrero, como legislador y como simple ciudadano.  Durante esta semana se llevan a cabo actividades especiales en todos los centros docentes de la República, con el fin de estudiar de Bolívar. De esta manera se pretende:
   1. Conservar siempre presente en todos los ciudadanos el recuerdo del Libertador, el hombre a quien debemos la libertad.
 2. Dar a conocer la vida y obra de Simón Bolívar.
 3. Afianzar en todos, el sentido de responsabilidad ciudadana y la lealtad a las enseñanzas de Bolívar y a sus ideales de libertad y procurar ser cada vez más fieles a nuestra Patria.


Decreto Nº 542, 15 de febrero de 1971

(Lunes, 15 de febrero de 1971)

RAFAEL CALDERA
Presidente de la República.
En uso de las atribuciones que le confieren los ordinales 1º y 22º del artículo 190 de la Constitución, en concordancia con lo establecido en los ordinales 17º y 18º del artículo 18 del Estatuto Orgánico de Ministerios;


Considerando:
 Que la vida y obra de Simón Bolívar máximo exponente de nuestra nacionalidad, es fecunda en enseñanzas para el presente y el porvenir americano;

Considerando:
 Que es propósito del Gobierno Nacional estimular el reconocimiento y homenaje debidos a El Libertador y la difusión de cuanto él significa;
Considerando:
Que el discurso pronunciado por El Libertador el 15 de febrero de 1819 ante el Congreso de Angostura es la más cabal expresión de su pensamiento político.
Decreta:
 Artículo 1: Celébrese a partir de 1971 y entre los días 15 y 19 de febrero en todos los planteles educacionales de la República, la Semana de Estudios Bolivarianos.
Artículo 2: La Semana de Estudios Bolivarianos servirá para analizar objetivamente las acciones e ideas de El Libertador y hacen la debida exaltación patriótica de su personalidad.
Artículo 3: La programación de la Semana de Estudios Bolivarianos será adecuada a cada grado, año, curso, instituto, nivel, rama o tipo de enseñanza.
Artículo 4: Los Ministros de Relaciones Interiores y de Educación quedan encargados de la ejecución del presente Decreto.
    Dado en Caracas a los quince días del mes de febrero de mil novecientos setenta y uno. Año 161 de la Independencia y 112 de la Federación.
(L. S.)
RAFAEL CALDERA
Refrendado,
El Ministro de Relaciones Interiores.
(L. S.)
Lorenzo Fernández

Refrendado,
El Encargado del Ministerio de Educación,
(L. S)
Pedro Contreras Pulido
 

viernes, 12 de febrero de 2016

Batalla de la Victoria y Día de la Juventud


 Batalla de la Victoria Y Día de la Juventud

 (12 de febrero de 1814)

  "No podemos optar entre vencer o morir, necesario  es vencer"
 José Félix Ribas






La Batalla de La Victoria, ganada ejemplarmente en 1814 por José Félix Ribas con jóvenes del Seminario y de la Universidad de Caracas.


Con un puñado de universitarios y seminaristas, José Félix Ribas y Campo Elías se cubrieron de gloria al derrotar en La Victoria a Boves y Morales el 12 de febrero de 1814.


En torno a la Plaza Mayor, Ribas reúne un puñado de jóvenes inexpertos en el uso del fusil, armados más que todo del coraje que inspira la defensa de la patria, y con ellos, que unidos a los soldados no pasan de 1.500, marcha a La Victoria a enfrentarse a las tropas realistas, que tienen unos 2.500 hombres.


La batalla comenzó antes de las 8 de la mañana, y a las cinco de la tarde aún no se había decidido por ningún bando. Finalmente, cuando ya empieza a oscurecer y los patriotas están más comprometidos resistiendo los ataques de Francisco Tomás Morales, aparece Vicente Campo Elías con un valioso refuerzo de 220 soldados, lo cual fue suficiente para que con el empuje de Mariano Montilla, Cedeño, los hermanos Padrón, Campo Elías y el propio Ribas, se obtuviera el espléndido triunfo de la Victoria. Unos cien patriotas murieron, entre ellos el coronel Rivas Dávila.



La Batalla de La Victoria fue una batalla que, si se atiende a la enorme diferencia numérica, era imposible que ganaran los patriotas; sin embargo, el coraje, el encendido patriotismo de Ribas, «airado e imponente como el ángel terrible de Ezequías», así como el oportuno auxilio de Campo Elías, lograron el milagro del triunfo, un triunfo que lo fue de la juventud que heroicamente se inmoló ese día en La Victoria. Esta batalla impide el intento realista de cortar las comunicaciones entre Caracas y Valencia.

El 10 de febrero de 1947 la Asamblea Constituyente decreta que se celebre el 12 de febrero como EL DÍA DE LA JUVENTUD EN VENEZUELA, en honor a los jóvenes que lograron esta importante victoria. En la plaza principal de La Victoria existe hoy en día un grupo escultórico elaborado por Eloy Palacios, inaugurado en 1895 que representa a Ribas dando indicaciones a unos jóvenes sobre el manejo de un fusil.
 

miércoles, 3 de febrero de 2016

Natalicio de Antonio José de Sucre



Antonio José de Sucre
El Gran Mariscal de Ayacucho
3 de febrero de 1795 - 221 Años de su Natalicio



 



Antonio José de Sucre nació en Cumaná el 3 de febrero de 1795. Sus padres fueron el teniente Vicente de Sucre y Urbaneja y María Manuela de Alcalá y Sánchez. A los 7 años presenció la muerte de su madre. Fue educado hasta los quince años por su tío José Manuel. Luego estudió matemáticas y fortificaciones en la escuela de Ingenieros de Caracas en 1808. En 1810 ascendió a la posición de alférez del ejército.

En 1812 fue ascendido a teniente bajo el mando de Francisco de Miranda, sirviendo con distinción en las campañas contra los realistas. Al caer la primera república emigró a Trinidad, de donde regresó en 1813, bajo las órdenes de Santiago Mariño. Durante ese periodo contribuyó a organizar el Ejército de Oriente siendo ascendió al rango de teniente coronel. Para el año siguiente presenció la unión de las fuerzas de Occidente y Oriente en los valles de Aragua. No obstante su ejército fue derrotado y debió exiliarse en las Antillas. Regresó para proseguir con los esfuerzos de la causa de la Independencia y para 1815 pasó a combatir en Guayana y El Orinoco. Posteriormente fue designado Comandante de la provincia de Cumaná. En 1817 fue nombrado Coronel por parte de Simón Bolívar y en 1818 se dirigió a Angostura, donde El Libertador emplazó su Cuartel General y ofreció su Discurso de Angostura. Allí se convirtió en uno de los mejores y más cercanos lugartenientes de Bolívar, iniciándose entre ellos una duradera amistad. Prosiguió su ascenso militar y para 1819 fue designado General de Brigada por Francisco Zea, presidente del congreso venezolano, y ratificado un año después en su cargo por El Libertador.

VICTORIAS MILITARES Y PRESIDENCIA BOLIVIANA

En 1820, como parte del Armisticio firmado entre Bolívar y Morillo, redactó el Tratado de Armisticio y Regularización de la Guerra. Este documento fue de vital importancia porque puso fin a la crueldad de la Guerra a Muerte y en el Sucre fijó las bases para el trato humanitario que debían recibir los vencidos por parte de los vencedores a partir de cualquier conflicto futuro. Por ello es considerado como pionero de los derechos humanos. En 1821, fue nombrado Jefe del ejército del Sur de Colombia, en donde logró la independencia de las provincias de Ecuador en las batallas de Río Bamba y Pichincha. Participó en la batalla de Junín y ganó la batalla de Ayacucho en 1824, al mando del ejército unido, con lo cual logró el título de Gran Mariscal de Ayacucho. En 1825, ocupó el territorio del Alto Perú, que se independizó del gobierno de Buenos Aires, adoptando el nombre de Bolivia. El congreso del recién fundado país, encargó a Bolívar la elaboración de su constitución.

Fue el primer presidente vitalicio de Bolivia, cargo que ocupó por dos años. Desde allí promovió varias políticas: entre ellas la libertad de los esclavos y el reparto de tierras a los indios. No obstante, ante la presión de los peruanos, que se oponían a la independencia boliviana, y a los varios motines que se sucedieron a continuación, el Gran Mariscal de Ayacucho decidió renunciar a la presidencia en 1828.

Se retiró de la vida pública partiendo a Ecuador acompañado de su hija y de su esposa, Mariana Carcelén de Guevara, marquesa de Solanda. Sin embargo ese mismo año la república peruana y la colombiana se enfrentaron por disputas territoriales y, esta última, solicitó nuevamente la ayuda de Sucre. Fue así como en 1829, y a la cabeza de los ejércitos grancolombinos, derrotó a las fuerzas peruanas en la batalla de Tarqui.

ESFUERZOS FINALES POR SALVAR A COLOMBIA Y MUERTE

A continuación se encaminó hacia Bogotá, país que se encontraba en proceso de desintegración. En la reforma constitucional de 1830, que impulsó el Congreso Admirable para la Gran Colombia, sus enemigos lograron promulgar una norma que estipulaba que para ser presidente o vicepresidente se debía tener 40 años (Sucre tenía 35). Posteriormente formó parte de la comisión que viajó a Venezuela para conciliar a las partes y evitar la sedición; sin embargo las conversaciones no prosperaron y debió regresar.

Como lo expresa muy bien el historiador Tomás Polanco Alcántara, "el símbolo de la continuidad de Bolívar era Antonio José de Sucre. Paulatinamente, por su talento personal, por sus dotes intelectuales y por su espíritu altivo, digno y limpio, Sucre se fue convirtiendo en el complemento indispensable de Simón Bolívar. [...] Respetado por los argentinos, los chilenos y los peruanos, admirado por los bolivianos y quiteños, sin enemigos en Venezuela y en la Nueva Granada y con todos sus antecedentes, Sucre estaba destinado a ser el natural sucesor de Bolívar".

Sin embargo eso no sucedería. De camino a Quito, adonde iba a reunirse con su familia, fue emboscado y asesinado el 4 de junio de 1830 en la sierra de Berruecos, ubicada en Colombia. Se le atribuye su muerte a José María Obando, jefe militar de la provincia de Pasto. Al escuchar las noticias de su muerte Bolívar dijo: "Lo han matado porque era mi sucesor".